El seguro de vida es un contrato entre una persona (el asegurado) y una aseguradora, donde esta última se compromete a pagar una suma de dinero a los beneficiarios designados en caso de fallecimiento del asegurado, a cambio de una prima pagada periódicamente. Su propósito principal es proteger financieramente a los seres queridos o dependientes del asegurado, asegurando una fuente de ingresos o fondos que cubran necesidades básicas, gastos médicos o de educación, y hasta deudas pendientes.
Tipos de seguro de vida
- Seguro de vida temporal: Ofrece cobertura durante un periodo específico (por ejemplo, 10, 20 o 30 años) y es generalmente más económico. Si el asegurado fallece dentro del plazo, la aseguradora paga el beneficio. Si no, el contrato finaliza sin beneficio para los beneficiarios.
- Seguro de vida permanente: Dura toda la vida del asegurado y suele incluir una componente de ahorro o inversión que acumula valor con el tiempo. Este tipo de seguro tiende a ser más costoso, pero permite acceder a una parte del capital acumulado mientras el asegurado está en vida.
- Seguro de vida con ahorro o inversión: Algunos seguros de vida combinan protección con un fondo de ahorro o inversión, permitiendo al asegurado utilizar una parte de los recursos para objetivos a mediano y largo plazo, como la educación de los hijos o la jubilación.
