La seguridad y el bienestar de los escolares debe ser un punto clave dentro de una institución educativa debido a que las actividades que llevan a cabo niños, adolescentes o jóvenes pueden provocar un accidente, daño severo o enfermedad.
Por tanto, para lograr una protección que garantice estos riesgos a los cuales están expuestos los escolares y sobre todo que garanticen una atención médica inmediata surgen los seguros escolares. Con estos instrumentos financieros una institución educativa tiene la posibilidad de cubrir los gastos de los accidentes que ocurran cuando los niños están en sus instalaciones o bien en algún trayecto relacionado con actividades de la institución.
Los seguros escolares están enfocados para cubrir riesgos y gastos médicos en caso de accidentes, de los alumnos de una institución educativa durante el horario escolar, porque pueden estar expuestos durante sus actividades presenciales ó virtuales.
Estos instrumentos sen enfocan en una protección financiera que cubre los gastos de atención médica inmediata, hospitalización, cirugías, medicamentos y otros tratamientos relacionados; hasta el límite que se establezca por la institución educativa y una aseguradora.
Por ende, se han convertido en una opción cada vez más común para todos los niveles educativos, siempre con la prioridad de darles una protección a su matrícula. Un punto que es importante mencionar para las instituciones es que va relacionado a crear un diferenciador positivo para aquellas que lo tienen, porque a un tutor ó padre de familia, le crea seguridad al saber que su hijo (a), en caso de sufrir algún accidente por alguna actividad escolar estará protegido ante ello, y como tutor ó padre no se verá afectado en sus finanzas personales.
Y ahora desde el punto de vista del tutor o padre, se debe saber que todas las instituciones educativas deben contar con un seguro contra accidentes personales el cual debe estar vigente en cada periodo escolar así como, conocer cuáles son los hospitales de su red médica relacionados con la póliza que tiene contratada la institución, otros puntos a conocer son las formas de pago que aplican en los seguros, el deducible y la suma máxima con la que cuenta la póliza que ampara al alumnado. Esto es muy importante en caso de que el alumno esté involucrado en un accidente.
Al contratar una póliza por la institución educativa, se debe tener un procedimiento claro, para los que contratan la póliza, los cuales son:
- Entender la póliza: los detalles de la póliza, que son las coberturas, exclusiones, límites, plazos de notificación y reclamación.
- Hacerlo de conocimiento: Se debe comunicar a toda la comunidad sobre la existencia del seguro escolar y cómo pueden utilizarlo en caso de accidentes. Es importante que esto se lleve a cabo durante los periodos de inscripción y de manera sencilla.
- Proceso de utilización de la póliza: debe haber un proceso sencillo para afrontar un accidente, darlo a conocer a la aseguradora, al agente de seguros, así como a que red de hospitales acudir, las formas de pago, las devoluciones y la entera satisfacción del padre o tutor.
- Hacer un archivo de informes: como son la carátula de la póliza, y en caso de accidente tener informes médicos, facturas, recetas y comandas hospitalarias), ya que serán indispensables para los reembolsos.
- Tener a un asesor de seguros. Durante un accidente y utilización de la póliza de accidentes personales, se debe tener comunicación directa con el agente de seguros, el cual es el especialista que sabe el proceso de utilización eficaz de la póliza.
Paralelamente a lo anterior, el proceso de cómo utilizarla por parte del alumnado, los tutores o padres deben conocer lo siguiente:
- Las Cobertura: Es importante que conozcan el detalle de las coberturas que ofrece el seguro escolar. Deben saber los accidentes que están cubiertos, si incluye atención médica inmediata, hospitalización, cirugías, medicamentos y terapias de rehabilitación, entre otros aspectos relevantes. También se debe conocer si la cobertura incluye los accidentes que ocurran fuera del horario escolar y en el hogar durante las clases virtuales y hasta que suma monetaria cubren.
- Exclusiones y limitaciones: Los tutores deben conocer las exclusiones y limitaciones de la póliza. Estas pueden cambiar de aseguradora en aseguradora y pueden afectar la los accidentes o tratamientos médicos.
- Proceso de seguimiento y reembolso: Es de suma importancia conocer el proceso a seguir en caso de un accidente y el cómo darlo a conocer al agente y a la aseguradora. Si se conoce a detalle, es garantía que las atenciones médicas sean respaldadas por la compañía de seguros.
- Conocimiento de la carátula de la póliza: Los tutores deben conocer la póliza escolar tanto para revisar las coberturas como las exclusiones, los contactos en caso de siniestro y la red hospitalaria disponible.
- Acercamiento con la institución financiera: Los tutores deben tener una relación directa con el encargado de la póliza dentro de la institución educativa para aclarar cualquier duda y conocer el proceso de utilización de la misma.
- Seguro médico adicional: Es deseable tener un seguro médico adicional (privado o público) para cubrir otros aspectos de la salud de los hijos, como pueden ser enfermedades y consultas médicas más complejas. Tomando en cuenta que los seguros escolares están diseñados específicamente para cubrir accidentes y no enfocados a coberturas completas de salud.
En síntesis, los seguros escolares son un instrumento valioso para la atención médica inmediata y cubrir los gastos en caso de accidentes dentro de instalaciones escolares o durante las clases virtuales. Al elegir un seguro escolar, es importante considerar las necesidades específicas de la institución educativa y evaluar los diferentes planes disponibles en el mercado.